La Bala De Plata Que Mató A Kennedy
Orden Ejecutiva 11110
Todo el mundo piensa que los bancos de la Reserva Federal son instituciones del Gobierno de los Estados Unidos. No son instituciones del Gobierno. Son monopolios privados de crédito que explotan a la población de los Estados Unidos en beneficio de ellos mismos y sus clientes extranjeros, especuladores, estafadores extranjeros y nacionales, son ricos prestamistas predatorios.
Louis T. McFadden quien fue el Presidente del Comité Bancario de la Cámara de Representantes en la década de los 30 dijo lo siguiente: “Señor Presidente, tenemos en este país una de las instituciones más corruptas que el mundo ha conocido jamás. Me refiero a la Junta de la Reserva Federal y los bancos de reserva federal. La Junta de la Reserva Federal, una Junta de Gobierno, ha estafado al Gobierno de los Estados Unidos y al Pueblo de los Estados Unidos tanto dinero como para pagar la deuda nacional. Las depredaciones y las iniquidades de la Junta de la Reserva Federal y los bancos de reserva federal de actuar juntos han costado a este país bastante dinero como para pagar la deuda nacional varias veces. Esta institución maléfica ha empobrecido y arruinado al Pueblo de los Estados Unidos; ha provocado la bancarrota de sí, y prácticamente la bancarrota de nuestro Gobierno. Ha hecho esto a través de la mala administración de la ley por la cual la Junta de la Reserva Federal existe y, a través de las prácticas corruptas de los buitres que la controlan.”
La Fed básicamente funciona así: El gobierno dio su poder de crear dinero a los bancos de la Reserva Federal. Ellos crean dinero, y luego lo prestan al gobierno cobrando intereses. El gobierno recauda impuestos sobre la renta para pagar los intereses de la deuda.
El 4 de junio de 1963, John Fitzgerald Kennedy intentó quitarle a la Reserva Federal de EE.UU. su poder de prestar dinero con interés al gobierno. El entonces presidente firmó la Orden Ejecutiva Nº 11110 que devolvió al gobierno de los EE.UU. la facultad de emitir moneda, sin tener que pedirlo prestado a la Reserva Federal. Kennedy dio a la Tesorería la facultad “para expedir certificados de plata respaldados por reservas de plata metal en el Tesoro”. Esto significa que por cada onza de plata en poder del Tesoro el gobierno podría poner nuevo dinero en circulación. En total, cerca de 4,3 millones de estos “dólares Kennedy” fueron puestos en circulación por este mandato de Kennedy.
Con un golpe de pluma, Kennedy dio la sentencia de muerte a la Reserva Federal. Si una cantidad suficiente de estos billetes respaldados en plata hubieran sido puestos en circulación se hubiera eliminado la demanda para billetes de la Reserva Federal porque los “Billetes de Plata de Kennedy” estaban respaldados por metales preciosos y los de la Reserva Federal por nada. La Orden Ejecutiva 11110 hubiera impedido que la deuda nacional llegase a su nivel actual, debido a que hubiera dado al gobierno la capacidad de reembolso de la deuda sin tener que acudir a la Reserva Federal y el subsiguiente pago de intereses a fin de crear el nuevo dinero. La orden Ejecutiva 11110 dio al Congreso de los EE.UU. la posibilidad de crear su propio dinero respaldado por plata y libre de deuda e interés. Sólo cinco meses después de que fuera asesinado Kennedy, dejaron de imprimirse más “Billetes de plata”.
Kennedy desafió a los gobernadores del dinero retando a los dos vehículos más eficaces jamás utilizados para provocar el aumento de la deuda – la guerra y la creación de dinero por un Banco Central privado-. Sus esfuerzos por replegar todas las tropas de Vietnam en el 64, y por la Orden Ejecutiva 11110 hubieran cortado severamente a los beneficios y el control del establecimiento bancario de Nueva York.
El 4 de junio de 1963, John Fitzgerald Kennedy firmó su sentencia de muerte y fue ejecutado en público.